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Partido: 19-05-1935

Domingo, 19 de mayo de 1935

  • MARINO F. C.
  • LIVERPOOL F. C.                                      

PRIMERA ACTUACIÓN DEL LIVERPOOL Y PRIMER TRIUNFO 

3 - 5. En la cancha del Campo de Deportes España, hizo su primera exhibición en Las Palmas el equipo popular de Liverpool que lleva el nombre de la ciudad británica de su residencia, teniendo por adversario a su homónimo el popular "Marino".

...Homónimo sólo en cuanto al nombre, pues alguna diferencia existe entre un destacado conjunto de la primera división de la Liga inglesa y un modesto equipo provinciano. Homónimo sólo en cuando al nombre, pues alguna diferencia existe entre unos profesionales del fútbol - el "Liverpool" - y un equipo amateur cual el "Marino". Alguna diferencia forzosamente tiene que existir entre los que el deporte no es más que eso mismo; deporte a secas.

No es que anatematicemos al profesional inglés y mucho menos si es extranjero; es que frente a esa condición queremos oponer, queremos contrastar, queremos resaltar a nuestros futbolistas, a esos futbolistas, a esa muchachada que sin tener quien corrija defectos, quien le enseñe a ampliar innatas cualidades, juega por intuición y juega bien, tras una fatigosa jornada rompiéndose los huesos como mecánico o cargador del muelle, pongamos por ejemplo.

Ante las dos cualidades, ante las dos circunstancias sucumbieron los que tenían que sucumbir, sin que este resultado reste méritos a quienes, como el "Liverpool", merecieron el triunfo en todo momento, por equipo superior a su contrincante. No es quitar importancia, tampoco amortiguar la derrota. Frente a los modestos cuadros locales han perdido grandes equipos, alguno representativo de naciones en Olimpiadas. Merecido, repetimos, el triunfo del "Liverpool" sobre el Marino"

El Campo de Deportes España y el partido se hallaron a tono, en teatralidad e interés con la importancia que "a priori" se le había concedido: cambio de banderines entre los capitanes de los "onces" contendientes, ramos de flores, madrinas, "misses", extraordinaria concurrencia y la nota pintoresca de un grupo de pasajeros del "Lancaster" que con una campana, un gon y sus voces, incesantemente alentaban a sus compatriotas. Una miniatura de lo que en Liverpool sucede cada vez que se encuentra el "Liverpool" con el "Everton". Buen humor, corrección y si se nos permite la palabra, patriotismo. ¡Hurra!

Si el partido fue bueno, movido y de copioso tanteo, otra característica sobresaliente fue la corrección con que se desarrolló 

Se nos antojó mejor el segundo tiempo que el primero. Terminó éste con el resultado de dos a uno a favor de los locales. Tres tantos bonitamente marcados todos; pero, con mayor lucimiento del último de este período, obtenido de forma magistral por Manuel Rodríguez, de la vieja guardia del "Marino".

Fueron los del "Liverpool" los que abrieron el tanteo. No se amilanaron los del "Marino" y tras un empate, lograron, como decimos acabar con dos-uno en su favor.

En el segundo tiempo, casi en su iniciación, obtuvo el "Liverpool" el empate a dos en un córner que sacó el extremo derecho y remató de cabeza su compañero el interior izquierda. Instantes después, un shoot del mismo jugador, al que precedió un centro también del extremo derecho británico, derrumbaba nuevamente la meta local.

Dos "goals" más logró el "Liverpool", protestándose el último por los jugadores del "Marino", alegando que se había marcado en "off-side"; pero, el señor Ríos, árbitro tinerfeño que juzgaba el partido, lo declaró válido.

No obstante la derrota, el "Marino" hubo momentos en que dominó al "Liverpool" e hizo, en general, buen papel, especialmente cada vez que jugaba bajo. Si esta modalidad se la hubiera impuesto como táctica, aún hubiesen salido más airosos de lo que salieron.

El "Liverpool" nos pareció bastante más equipo de juego sobrio y eficaz e impecable colocación. Sus componentes son de absoluta homogeneidad y de hacer menciones especiales, cabe, por este partido, destacar al defensa Cooper y al extremo derecho. Nuestra opinión puede condensarse en pocas palabras: en Canarias no hay equipo que pueda ganarle. Y esto teniendo que luchar, además, con un clima cálido y un campo duro.

Pequeños detalles. ¡Tardes de fútbol! El Liverpool, con un juego bien ordenado y vistoso y una táctica desconcertante, sienta plaza de gran equipo.

Un equipo peninsular o extranjero que visite las Islas Canarias siempre causa sensación. La valía de éste reconocida a través de reseñas y comentarios de los periódicos de postín, es causa de que los canarios antes de su debut nos sintamos un poco regocijados y expectantes,

Estos equipos que nos visitan, siempre suelen traer en sus filas algún jugador fenómeno. Y esto, unido a la expectación que antes aludimos, es lo que hace que el público se regocije y siempre para que su debut constituya poco menos que un acto apoteósico.

Así sucedió hoy, Aunque el Campo de Deportes España no presentaba sus graderíos completamente llenos, la actuación del teams inglés, bien colocado en el Campeonato de Liga de su país, era esperada con expectación. Su fama, su clase y la maravillosa exhibición del "Everton" en su excursión el pasado año a Tenerife, eran causas para que el público ansiara el debut de unos de los equipos de más sólido prestigio de Inglaterra; nación que a pesar de los adelantos de las demás naciones europeas nos parece sigue ocupando por su juego efectivo el número uno en materia futbolística.

Y conste que el Liverpool respondió a la fama de que viene precedido. Prueba de ello es que casi todo el público que asistió hoy a la "Catedral" aplaudió y admiró su actuación maravillosa.

Un gran número de ingleses atrajo al Campo de Deportes España, dándole nota simpática, el debut del Liverpool. En todo el graderío se reflejaban las rubias cabelleras de los simpáticos hijos de Albión. Y para que los amigos que no asistieron puedan comprender hasta donde llega la alegría de esos buenos ingleses diremos que en la parte Este del Campo se situaron medio centenar de ellos, pasajeros del barco turista anclado hoy en nuestro puerto, que, con una estampa, varios artefactos de sonido abrumador y exótico, elevando globitos de goma y portando en sus cabezas gorritos carnavalescos, alentaban a su equipo. Algo así como en una final en Wembley.

No estaban equivocados los que esperaran que el club inglés nos enseñara algo que reportara en nuestro beneficio. Sin llegar a emplearse a fondo lograron con pases precisos y colocación impecable; eso es, con juego, hacerse dueños del campo. Porque decir que el Marino se elevó al nivel de su contrario, a pesar de los tres goals y de que puso en varias ocasiones la meta de Rileyr en peligro, no significa nada comparado con la técnica y táctica de los componentes del "once" inglés. Pero esto bien merece un capítulo aparte.

A los que hemos visto partidos de equipos locales contra equipos peninsulares o extranjeros el de hoy no se puede satisfacer completamente. No existió esa lucha que nosotros hemos visto en los partidos que aludimos antes. El Marino, sin cohesión, como temerosos ante la fama de sus contrarios, no pudieron, como en otras ocasiones, a pesar de poner a prueba todo su amor propio, ser el equipo que, con sus avances, hicieran levantar al público de sus asientos. La colocación de los ingleses le quitaba vistosidad a sus jugadas.

Al contrario del Marino el Liverpool satisfizo completamente. Sus jugadas no hicieron levantar a nadie de los asientos pero conste que más de una vez la mayoría del público tuvo ganas de hacerlo. Con un gesto de altivez e indiferencia dejaban para esos trances de buen juego inglés, aunque en su interior reconocían que aquello que tan bien bordaban los componentes del Liverpool era juego y nada más que juego vistoso y efectivo. Pero, salvo eso, y repitiendo lo antes dicho, diremos que el partido a pesar de gustar no satisfizo tanto como un Marino - Español de Barcelona, por ejemplo.

El Marino salió con la seguridad de responder plenamente frente al equipo inglés. Como siempre, en estos casos, salieron al campo dispuestos a vencer poniendo como estandarte su amor propio indiscutible. Pero se encontraron con un equipo que, aunque desconocedor del terreno, en excelentes condiciones físicas y tejiendo juego en cada situación, sabían darles a las jugadas una efectividad plena sin retener el balón ni un instante. Y salieron vencidos.

Destaquemos en primer lugar a Hito y Del Toro. Salto en la puerta cumplió. No se le puede achacar culpa en ninguno de los cinco goals. La pareja de defensas regular. Mejor González que Guerra. Castro y Sánchez defraudaron completamente. Y de la delantera - descontemos a Del Toro - Manuel Rodríguez y Santa Brito que sustituyó en el segundo tiempo a Graciliano. Armas no convenció. Marcó un goal bello por su ejecución y fue el autor material de otro, pero su actuación no puede clasificarse en las buenas ni, aún en las regulares. Y además porque de los jugadores marinistas el que parecía que le tenía más respeto a los ingleses era él.

Para saber que cualquiera de los principales ganadores de la Liga inglesa tiene que ser gran equipo no se necesita estar muy avezado en materia futbolística. Todo los críticos deportivos de Europa han coincidido en afirmar que la Liga inglesa es una de las principales competiciones del Mundo.

Se podía afirmar de una manera rotunda que en Francia, Italia y España, también la emoción, por las sorpresas de las competiciones, llega a un grado sumo pero nunca que llegue a igualar, ni remotamente, a la que anualmente se celebra en Inglaterra.

No decimos los críticos deportivos y con ellos nosotros que la susodicha competición sea superior a las que se celebran en otras naciones por las emociones que se deriven de ella. Aunque en ésta como en todas se presenta dicha causa que anima y hace interesante la competición, hay otro factor que es en lo que se fundan los que lanzan a la Liga inglesa al más alto lugar futbolístico del Mundo.

La Primera División de la Liga inglesa consta de veinticuatro clubes. De esos veinticuatro teams el noventa por ciento de ellos tienen tantos méritos para ser el ganador como el primero de todos. Pero empieza la competición y el factor suerte decide quien ha de ser el ganador de la Copa.

Un equipo que ocupe el sexto u octavo lugar en al clasificación puede ser tan potente como el mismo ganador. Pero ese factor suerte de que antes hablábamos se ha dignado en lanzarlo lejos del ganador... porque forzosamente tiene que suceder así. Y lo mismo que sucede con el sexto u octavo lugar ocurre con el noveno, con el décimo...

Y en lo que nos fundamos nosotros y con nosotros la mayoría de los críticos de deportes para colocar a Inglaterra en el número uno de las competiciones mundiales es en la siguiente pregunta. ¿Hay alguna competición mundial semejante a la Liga inglesa que tenga tanta cantidad como buena calidad?

La nación que lo tenga que "levante el dedo".

El Liverpool el equipo que tan buena demostración no ha hecho hoy frente al Marino se clasificó en quinto lugar en la Liga. En sus partidos jugados tiene un empate y un partido ganado con el "Arsenal", ganador de la Copa, y otro empate con el "Sunderland", clasificado segundo. De lo que se deduce que, aunque situado en quinto lugar, puede competir honrosamente con los dos anteriores citados.

Y ahora, después de habernos metido a detallar algo que quizás no debía haberse incluido en esta crónica, vamos a detallar la impresión que nos produjo el Liverpool en su debut.

Lo que más extrañeza causó al público que asistió a presenciar el encuentro fue la táctica de colocación hasta ahora desconocida en nuestra ciudad.

Al comenzar el encuentro cuando todos veíamos a los dos defensas completamente separados cuidando a los extremos, mientras el centro medio hacia las veces de un tercer back y un interior, según por el ala en que se llevaba a efecto la jugada, se replegaba en el lugar del centro medio, creíamos que se trataba de un equipo de "chones". Pero después, cuando ya un poco avanzado el partido, notábamos que jugaban con certeza, imponiendo con su colocación impecable un juego que no estamos acostumbrado a ver, rectificamos nuestra primera impresión, comprendiendo que aquello que a simple vista parecía un desbarajuste, era un táctica original inglesa.

Sin lugar a dudas es el Liverpool un gran equipo. A pesar de luchar con el terreno duro tan poco propicio para el que se ha desenvuelto continuamente en canchas de verdosas y humedecidas por el frescor, supieron captarse las simpatías del respetable. Más que un equipo con individuales es un gran conjunto. Todo lo sacrifican para el mejor colocado. Nada de "cuarteos" perjudiciales ni retención del balón. Y todo con una limpieza y una serenidad que no termina en lo que dura el partido. Pero esto para enjuiciarlo mejor habrá que esperar a ver otros partidos.

Tuvieron desgracia chutando a goal. Y conste que lo hacen con una facilidad asombrosa.

Tres elementos tienen el Liverpool que, por esta primera actuación, sobresalen sobre los demás: Cooper, Bradshaw y Nieuwenhuys. Los comentarios a su actuación bien pueden quedar reflejadas de esta manera. Una gran defensa. Un extremo medio centro. Y un excepcional extremo derecha. Ahora que el decir que son los mejores no significa que los demás son jueguen. Porque el decirlo así será como negar la existencia de Wenceslao Fernández Florez.

Inauguró el marcador el Liverpool. Un tiro seco y raso de Johnstone fue a morir al fondo de la red. Salto se tiró afanoso de impedir su trayectoria fulminante pero no logró impedirlo. Y va cinco minutos de comenzado el partido.

Tres minutos después Armas, recibiendo un pase de Graciliano, se interna y fulmina a Rileyr, consiguiendo el empate.

A los dos minutos de conseguido éste, logró el Marino su segundo goals. Fue su autor Manuel Rodríguez, al recibir un centro de Nene que Armas, comprendiendo la mejor posición de su compañero, dejó pasar intencionadamente.

A poco de empezar el segundo tiempo Wright, aprovechando un centro de Nieuwenhuys, consigue, de un magistral cabezazo el empate.

A continuación Howe, en idéntica jugada, logra el tercero de la serie.

El cuarto lo consigue Wright al rematar de cabeza otro centro de Nieuwenhuys.

Ya avanzada esta parte del encuentro, Del todo, saltando de cabeza en pugna con Rileyr, logra el tercero del Marino.

Y en las postrimerías del match, Johnstone rematando otro de los innumerables centro de Nieuwenhuys, hizo llegar de un fuerte chut el balón hasta la red.

Alineaciones:

Marino: Salto; González, Guerra; Hito, Castro, Sánchez; Nene, Del Toro, Graciliano, Armas, y Rodríguez

Liverpool: A. Rileyr; T. Cooper, L. Tenant; R. E. Savage, T. Bradshaw, J. Browing; B. Nieuwenhuys, V. Wright, F. Howe, Johnstone y Hanso

Arbitró Victoriano Ríos. Colegiado tinerfeño, aunque con algunos errores perjudiciales para ambos equipos, imparcial.